El Salmo 90 es también conocido como el “Salmo de Moisés”. Este salmo comienza alabando al Señor como el Dios eterno y soberano que existe desde antes de la creación del mundo hasta la eternidad. A través de este salmo se presenta la brevedad de la vida humana y se eleva una súplica para que Dios enseñe sabiduría y generosidad a su pueblo.
El Salmo 90 es en esencia una oración donde se reconoce la grandeza y el poder del Señor en todas las cosas terrenales y celestiales. Este salmo hace una reflexión sobre la fugacidad de la vida, la finitud y los sufrimientos que acompañan a los mortales. Sin embargo, también se envalentona a los creyentes a buscar la misericordia y la gracia del Señor para que les sostenga en la adversidad.
Además, el Salmo 90 nos recuerda la brevedad de la vida y la necesidad de usarla sabiamente. La vida humana es comparada con la hierba que crece y se marchita en un abrir y cerrar de ojos. Moisés invoca al Señor para que les enseñe a sus seguidores la importancia de valorar el tiempo y llevar una vida virtuosa que haga honor a Dios.
A lo largo de este Salmo, Moisés también hace una petición de guía y dirección divina para su pueblo. Él pide a Dios que los enseñe a contar sus bendiciones y a valorar el tiempo de vida que les ha concedido. Moisés se arrodilla ante el Dios que es omnipotente, pero también amoroso y misericordioso. Este salmo es por lo tanto una expresión de humildad, gratitud y súplica.
En resumen, el Salmo 90 es una reflexión sobre la brevedad de la vida, la grandeza de Dios y la necesidad de tener una perspectiva eterna de las cosas. Este Salmo es una oración que invoca al Señor buscando su guía, sabiduría y misericordia a lo largo de nuestra peregrinación en este mundo. Es una llamada a vivir la vida terrenal con honestidad, humildad y rectitud para honrar a Dios y obtener de él la vida eterna.
Letra completa del Salmo 90
1 Señor, tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.
2 Antes que nacieran los montes,
antes que crearas la tierra y el mundo,
desde siempre y para siempre tú eres Dios.3 Tú haces que los mortales vuelvan al polvo;
¡vuelve, ser humano, al polvo!
4 Porque para ti mil años
son como el día de ayer, que ya pasó;
son como unas cuantas horas de la noche.5 Tú haces que pasemos por debajo de tu ira;
tu enojo nos deja hechos añicos.
6 Nuestros pecados están ante ti,
nuestras faltas a plena luz.7 Nos consumes por tu furor;
nos atemoriza tu enojo.
8 Pones nuestras maldades ante ti,
nuestro secreto pecado ante la luz de tu rostro.9 Todos nuestros días se esfuman por tu furor;
llegamos al fin de nuestra vida como un suspiro.
10 Nuestra vida dura setenta años,
o a lo sumo ochenta, si uno tiene un poco más de fuerza;
pero la mayor parte son fatiga y maldad,
que pasan pronto, y volamos.
11 ¿Quién sabe de veras la fuerza de tu enojo?
¿Quién comprende el terror que inspiras?12 Enséñanos a calcular bien nuestros días,
para que nuestro corazón adquiera sabiduría.
13 Vuélvete, Señor; ¿hasta cuándo esperaremos?
Ten compasión de tus siervos.
14 Sácianos de tu amor por la mañana,
y toda nuestra vida cantaremos dichosos.
15 Danos alegría por cada día que nos has afligido,
por los años en que hemos visto desgracias.
16 Que tus siervos vean tus obras,
y sus hijos, tu gloria.17 Que la bondad del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros,
y que nuestro trabajo prospere.
¡Sí, prospere el trabajo de nuestras manos!
¿Qué enseñanzas nos deja el Salmo 90 católico?
El Salmo 90 nos enseña varias lecciones importantes de la vida, entre ellas podemos resaltar las siguientes:
- La brevedad de la vida: El Salmo 90 nos recuerda que nuestra vida es corta y efímera comparada con la eternidad de Dios. Por eso es importante aprovechar cada momento y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.
- La soberanía de Dios: El Salmo 90 nos muestra que Dios es el Soberano sobre todas las cosas y que Él tiene el control absoluto sobre la vida y la muerte. Debemos confiar en Él en todo momento y obedecer su voluntad.
- La importancia de la sabiduría: El Salmo 90 nos insta a buscar sabiduría y discernimiento para entender la brevedad de la vida y vivir de manera sabia y responsable.
- La necesidad de arrepentimiento: El Salmo 90 nos lleva a reconocer nuestra fragilidad y nuestra incapacidad para vivir por nosotros mismos. Por eso, nos invita a arrepentirnos y acudir a Dios en busca de su perdón y gracia.
- La confianza en la fidelidad de Dios: El Salmo 90 nos muestra la fidelidad y la bondad de Dios, que nos acompaña en todas las etapas de nuestra vida. Debemos confiar en Él y seguir sus caminos, sabiendo que Él siempre nos sostendrá y nos protegerá.
