Aquí te enseñaremos oraciones para una madre fallecida, las cuales nos pueden ayudar como un consuelo en ese momento tan difícil y complicado de nuestra vida.
Perder a una madre es sin duda alguna uno de los dolores más fuertes e intentos a los que cualquier persona se puede enfrentar, ya que se trata de la persona que nos dio la vida y que estuvo con nosotros a lo largo de nuestra vida, asegurándose de que pudiéramos crecer con buenos valores.
En estos casos la ayuda espiritual puede ser de gran ayuda, por lo que sin duda estas oraciones pueden sernos de gran ayuda para encontrar algo de paz en ese momento tan complicado por el que estamos pasando. Son oraciones que, aunque pensemos que no son necesarias, en realidad pueden ser un gran alivio para conseguir ayuda espiritual que nos ayude a estar más tranquilos y a recordar que ahora nuestra madre esta descansando.
¿Para qué sirven las oraciones a madres fallecidas?
Como hemos mencionado anteriormente, lo cierto es que son oraciones que pueden tener distintos propósitos, siendo uno de ellos la posibilidad de encontrar consuelo a través de las oraciones, un consuelo que en estos momentos tan complicados nos puede ser de grana ayuda.
Nos puede ayudar a tener la seguridad de que nuestra madre ahora está en un lugar celestial descansando y en paz, gozando de todas las ventajas de poder estar en el descanso eternos.
Además, también podemos aprovechar para agradecer la dicha que fue tener una madre como ella. Esto es muy importante para conseguir sentirnos en paz con nosotros mismos, además de que podemos pensar que nuestras oraciones alcanzan a nuestra madre en donde sea que se encuentre, haciéndole saber lo importante que es para nosotros.
Oración corta para una madre difunta
Nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, tú que tuviste una madre en la Tierra, la santísima Virgen María; te ruego queveas con ojos de compasión a tu sierva (Decir nombre de tu madre), a quien ya has llamado al seno de tu familia.
Por la intercesión de la Santa María de Guadalupe, te ruego que bendigas el amor que siempre nos tuvo en su vida en la tierra, te ruego que hagas que desde el cielo nos pueda seguir amando y cuidado.
Toma a todos los que ella amaba bajo tu misericordiosa protección, para que ella pueda descansar en paz. Tú que reinas y vives por los siglos de los siglos.
Amén.
Es cierto que las oraciones para las madres difuntas son algunas de las más hermosas y bellas que hay. Actualmente se pueden encontrar modelos de oración y, de entre todas esas opciones, están las oraciones cortas que son más fáciles de memorizar para poder decirlas en los momentos en los que sean necesarias.
En aquellos momentos en los que nos sentimos solos y desconsolados, para que así podamos recordar a nuestra madre y todos los momentos que pasamos con ella. Estas oraciones son muy útiles para poder conseguir paz y así superar poco a poco el momento de tristeza por el que estamos pasando.
Segunda oración para una madre fallecida
Madre mía, tú siempre fuiste mi guia y me mostraste el camino en mi vida,
gracias a ti estoy en este mundo,
gracias a que tú me diste la vida,
gracias a que tú te encargaste de educarme,
gracias a ti soy lo que soy,
ahora te has ido al cielo,
cumpliste con tu propósito en esta vida,
siempre estuviste atento a lo que necesitaba,
ayudaste a los prójimos y a los más necesitados,
nunca olvidare las cosas más bellas como tu sonrisa y tu voz…En este día, Padre mío, vengo ante ti para pedirte,
con gran humildad, que escuches mi oración,
que estés atento a mis ruegos,
que le enseñes el camino a seguir a mi madre,
para que siempre pueda estar a tu lado, Señor,
para que pueda descansar contigo en el reino de los cielos.Madre mía, una flor sobre tu tumba se marchita, una lágrima sobre tus recuerdos comienza a evaporarse,
una oración por tu alma es recibida por nuestro Señor.Que brille para ella una luz eterna, que descanse en paz en el cielo.
Amén.
Lo cierto es que esta es una oración muy hermosa para una madre que ha fallecido, la cual deja claro que son una de las personas más importantes en nuestra vida, un ejemplo que tenemos que seguir. Por gracias a esta oración podemos pedir que el alma de nuestra madre puedas descansar a lado de nuestro señor.
Oración para una madre que está en el cielo
Oh santo padre, tú que eres mi único consuelo en estos momentos eternos de gran dolor. En este día lloramos la ausencia de mi madre querida, siendo un momento de gran tristeza.
Sentimos mucho sufrimiento, un gran dolor, un gran vacío que ha quedado en nuestro corazón. Señor, me acercó a ti para pedirle que le concedas el perdón por todos sus pecados, que pueda pasar por la puerta de la muerte y disfrutar de la paz y la luz eterna que tú ofreces.
Padre nuestro, ponemos en tus manos amorosas a nuestra madre. Ella fue llamada de esta vida para poder estar contigo en el cielo, por eso te ruego que le puedas dar descanso eterno dentro del paraíso.
Madre mía, te quiero decir que tu fuiste mi guía y siempre me enseñaste el camino.
Gracias a ti estamos en este mundo, gracias a ti que nos diste el ser,
gracias a ti que nos diste educación, gracias a ti puedo ser la persona que soy, gracias a ti siempre seré una buena persona, aún ahora que no estás y que has partido al cielo.Ya cumpliste tu misión en esta vida, ayudaste a las personas que lo necesitaron, siempre estando atenta y pendiente de las necesidades de los demás.
Será muy difícil olvidar las cosas bellas que nos has dejado, el sonido de tu sonrisa y de tu voz.
En este día, padre te quiero pedir que puedas ayudar a mi madre a encontrar el camino a tu lado, para que así pueda encontrar el descanso eterno en el paraíso.
Amén.
Como puedes ver, estas oraciones para nuestra madre son realmente hermosas y pueden ser una excelente opción para poder consolarnos en estos momentos muy difíciles, además de que podemos conseguir algo de paz al pedirle a nuestro Señor que pueda guiar a nuestra madre para que pueda encontrar su lugar en el paraíso y desde ahí descansar y seguir cuidando de nosotros.
¿Cuándo se pueden rezar estas oraciones?
Estas oraciones se pueden realizar en cualquier momento y no es necesario elevar la voz o encender velas, sino que en realidad se pueden rezar desde el fondo de nuestro corazón, con una oración sencilla y sincera. Lo único que debemos de tener es una gran fe en la oración y así poder asegurarnos de que nuestras oraciones lleguen hasta nuestro señor.
Los demás detalles como las velas, el lugar o el volumen de nuestra voz son detalles que podemos adecuar de la forma en que nos sintamos más cómodos. Lo más importante es la fe con la que decimos nuestras oraciones.
