La novena a la Virgen del Carmen se tiene que empezar todos los días diciendo la siguientes oraciones. Se comienza con una oración introductoria, luego se reza la oración de cada día y se cierra con una oración final.
Oración para iniciar la novena
“Oh, Madre de Dios, Virgen María. Tú que también eres la madre de todos los pecadores y que eres la protectora de todos los que se visten con tu sagrado Escapulario; tú que fuiste engrandecida por la divinidad, siendo elegida para ser la verdadera Madre, te pido que me alcances a tu hijo el perdón de todos mis pecados, la salvación de mi alma y la enmienda de mis de mi vida, el consuelo para todas mis acciones y la gracia que te pido con esta Novena. Si conviene para su gloria y honra, por el bien de mi alma: yo, nuestra Madre, para conseguirlo me apoyo en tu intervención, solicitando tener el poder de los Santos y los Ángeles para poder alabarte como te mereces, uniendo todas nuestras voces, te saludo”. (rezar 3 avemarías).
Novena a la Virgen del Carmen, oración para cada día
Luego de terminar con la oración anterior, cuando inicia la novena a la Virgen del Carmen, tienes que decir la oración del día correspondiente:
Primer día
Santa María, tú que puedes hacernos tus imitadores, para que podamos tener a Jesús dentro de nosotros en cada momento de nuestras vidas.
Santa María, madre de todos, te pedimos que nos enseñes cómo podemos meditar la Palabra de Dios tal y como tu lo hacías, para que en todo momento de nuestras vidas podamos seguir sus pasos y su guía.
Flor de Caramelo, Santa María, te ruego que escuches nuestra oración.
Segundo día
Madre María, tú que eres una gran experta, te pedimos que nos puedas ayudar para entender mejor cómo podemos ser tus siervos y cómo podemos seguir las enseñanzas de tu hijo, Jesucristo.
Madre María, gran experta, te pido que nos puedas hacer capaces de poder encontrar nuestro propio camino siguiendo a tu Hijo.
Viña florida, Madre María, ayudanos con gestos de caridad.
Tercer día
Madre María, tú que fuiste capaz de envolver a tu hijo, te pedimos que nos enseñes a ser siempre pequeños para que nos podamos dejar llevar por tus brazos hasta el lado de Dios.
Madre María, tú que envolviste a tu Jesús, por favor ayudas a revestirnos de Jesús, para que podamos dignos del amor de Dios todos los días.
Esplendor del cielo, Madre María, envuélvenos bajo tu manto.
Cuarto día
Beata María, madre contemplativa, te pido que puedas ser capaz de enseñarnos a guardar en nuestros corazones las situaciones de todos los días para que podamos verlos desde los ojos de nuestro Padre.
Beata María, madre contemplativa, te pido que puedas enseñarles a las demás personas a encontrar a tu Hijo y a no pecar o discriminar.
Virgen Fecundada, Beata María, guianos hasta tu Hijo.
Quinto día
Señora de la ofrenda, Hija de Sión, te ruego que puedas purificar nuestros corazones para que podamos permanecer con Jesús.
Señora de la ofrenda, Hija de Sión, te ruego que puedas liberar nuestros corazones, para que podemos ser de su propiedad sin ningún temor.
Madre tierna, Hija de Sión, haz que nuestros corazones sean más parecidos al tuyo.
Sexto día
Dulce María, madre buscadora de Dios, te ruego que nos puedas dar la fuerza que tú has tenido para buscar a tu Hijo, que ha estado perdido en mi templo.
Dulce María, madre buscadora de Dios, guia todos y cada uno de nuestros pasos por el camino correcto para que podamos seguir las enseñanzas de tu Hijo, siendo él el faro que guíe nuestro camino.
Madre pura, Dulce María, sé nuestra compañera en este largo viaje que nos espera.
Séptimo día
Virgen de la escucha, Madre Hermosa, haz que nuestros corazones se puedan abrir mejor para que podamos escucharlas enseñanzas de Jesucristo.
Virgen de la escucha, Madre Hermosa, haz que tengamos el corazón y la inteligencia necesaria para poder aprender de las palabras de Jesucristo, para que podamos aplicarlas en nuestra vida diaria.
Pura de corazón, Madre Hermosa, haz que seamos fuertes.
Octavo día
Madre al pie de la cruz, Madre María, te ruego que permanezcas a nuestro lado en todo momento, para que podamos estar de pie y aceptar nuestro dolor.
Madre al pie de la cruz, Madre María, te pedimos que abras nuestros corazones para que podamos acogerte en él en todo momento, dándonos el don de Jesús.
Madre que protege a sus hijos, Madre María, guianos a lo largo de nuestra vida.
Noveno día
Hermana de la comunidad, Madre María, se nuestra Hermana a lo largo de nuestra vida y en cada una de nuestras oraciones.
Hermana de la comunidad, Madre María, te pedimos que te sientes a nuestro lado para rezar y alzar esta oración hasta el corazón de tu hijo.
Estrella de Mar, Madre María, envuélvenos bajo tu manto.
Oración para rezar al final de la novena
Para terminar con la novena, al final de la oración de cada día tienes que rezar los siguiente:
Virgen María, Santísima del Carmen, deseo de todo corazón que todas las personas se puedan cobijar bajo tu cuidado y tu santo Escapulario, que todas las personas estén unidas a Ti, a tu corazón, Madre Mía, por los lazos amoroso y estrechos por los que estamos unidos a tu insignia.
¡Oh, Virgen del Caramelo! Te ruego que nos mires reverentes a tu imagen, para que puedas bendecirnos con la protección que nos da tu amor. Te ruego que nos permitas seguir a nuestro Santo Padre y a ti, nuestra Madre.
Te ruego que nos veas con ojos de compasión a todos, tanto a herejes y pecadores, así como a todas aquellas personas que han hecho una ofensa en contra de tu hijo. Que todos ellos puedan convertirse para gozar de tu amor. Madre, deseo que formes parte de mi corazón siempre.
Que así sea.
Amén.