El Salmo 4, como su número lo indica, es el cuarto salmo que encontramos en el Libro de los Salmos, cuya autoría tradicionalmente es para el Rey David, aunque lo cierto es que dicha autoría no es aceptada por los eruditos modernos. El rítulo latino del salmo es “Cum Invocarem”.
El texto que nos podemos encontrar en este salmo en realidad es un reflejo de David hablando sobre los pecadores mientras él se estaba dirigiendo a Absalón. El mensaje que nos transmite este salmo es que las victorias de los pecadores son temporales, son victorias sin sentido y que únicamente el arrepentimiento puede llegar a traer la verdadera felicidad. Es una de las peticiones que le hizo a Dios de Liberación de las angustias pasadas.
Otro detalle que debemos de tener en cuenta es que se trata del primer salmo con un instrumento musical, de cuerdas, el cual es mencionado en su título. Por otro lado, también hubo un “Selah” que termina con el salmo anterior, que es el Salmo 3. Sin embargo, no hay un acuerdo sobre lo que significaba “Selah”.
Las vistas modernas y populares pueden llegar a tener una pausa, un levantamiento o una reflexión. Poéticamente, podemos decir que el selah es una conexión, como si en realidad David estuviera recitando el Salmo 3, luego hiciera una pausa y empezará a cantar lo que es el Salmo 4, mientras tocaba su arpa.
En cuanto a los temas, podemos decir que se nos habla sobre la adoración falsa y la verdadera, así como también sobre la satisfacción verdadera y la falsa. “Anhelan la prosperidad”, canta David, pero él la tiene y se encuentra más satisfecho que cuando “abundan los cereales y el mosto”.
Por otro lado, debemos de tener en cuenta que son muchos los expertos que ven una estructura quiástica en el diseño del salmo.
Gracias a sus declaraciones de confianza, son muchas las personas que lo ven como un salmo de confianza. De hecho, podemos decir que Martín Lutero lo llamaba un salmo de acción de gracias. Como son declaraciones de confianza, también es bastante común en las lamentaciones, por lo que, de forma seguida, no se hace una distinción entre un salmo de lamentación y uno de confianza.
Este salmo no puede ser asignado a los cánticos de acción de gracias, incluso en aquellos casos en los que la salvación que ha tenido lugar lo sugiera, ya que en realidad no hay gracias real en él.
Salmo 4: 1-8
Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi Justicia, cuando estaba en angustia tú me diste alivio; te pido que tengas misericordia de mí, te ruegoque escuches mi oración.
Los hijos de los hombres, ¿hasta cuando seguirán convirtiendo mi honra en infamia? ¿Hasta cuando amarán la vanidad y buscaran la mentira?
Tienen que saber, que, Jehová ha apartado a los piadosos para sí; Jehová escuchará cuando yo lo clame.
Temblar y no pecar; mediten en su corazón sobre su lecho, y cállense.
SelahOfrezcan sacrificios de justicia y confíen en Jehová.
Son muchas las personas que dice: ¿Quién nos va a enseñar el bien?
Alza encima de nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.Tú te encargaste de llenar de alegría nuestros corazones, una alegría mucho mayor que la de ellos en el tiempo en que abundan su grano y su rostro.
En paz, me acostaré y de la misma forma me dormiré, porqué únicamente tú, Jehová, consigues que viva con confianza.
Para la iglesia católica este salmo forma parte del rito benedictino a la oración vespertina diaria Completas. Luego de la reforma del Breviario Romano llevada a cabo por el Papa Pío X, únicamente es utilizado los domingos y solemnidades.