Como hemos adelantado anteriormente, la Santísima Trinidad es la unión entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Las apariciones que hicieron fueron graduales, las cuales se pueden apreciar a lo largo de toda la Biblia.
Al inicio, podemos ver que en Génesis se nos menciona como Dios fue el creador de todos los cielos, la tierra y de todos los seres vivos. Después, en los evangelios del Nuevo Testamento podemos ver la llegada de Jesucristo, quien nació de la Virgen María gracias al Espíritu Santo.
Es ahí en donde da comienzo la vida de nuestro Salvador, quien después muere para resucitar y ascender al cielo con la promesa que nos deja el Espíritu Santo, aunque este no se manifestó sino hasta que paso el día de pentecostés el cual se encuentra narrado en el libro de los Hechos de los Apóstoles. El Espíritu Santo nos acompaña hasta nuestros días.
Oración para el amor a la Santísima Trinidad
“En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Santísima Trinidad, tú que eres el inicio y el final, que eres mi fortaleza, mi amparo y mi auxilio divino, tú que estás en mi corazón y que haces acto de presencia en mi alma, envolviendo todo lo que soy.
Santísima Trinidad, mereces toda mi honra, alabanza y toda gloria, pues creo ciegamente en tu gran poder, Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo.
Confió ciegamente en tus grandes dones, esperando en Ti, en mi esperanza y mi caridad, depositándolas en tus manos, pidiendo así que me puedas ayudar a mejorar mi di, cada día con tu gran amor para que pueda ser una mejor persona, pudiendo empezar todos los días con gran ilusión y ánimo.
Dios mío, tu que eres la fuente de la que brota la vida y el amor, tú que nos creaste a tu imagen y semejanza, y que por tu gran amor nos enviaste a Dios Hijo a la Tierra para que con su vida pudiera redimirnos y salvarnos a todos.
(Decir tu nombre)
Yo te entrego y consagro todo lo que se encuentra en mi ser, estando arrepentido te pido que me puedas perdonar por todos los errores que h cometido y por todos los pecados que cometeré a lo largo de mi vida, de forma que estos no me puedan alejar de tu lado.
Santísima Trinidad, te ruego que tengas misericordia de mí, que me puedas ayudar, que me des auxilio para que mi alma se pueda bañar de tranquilidad, para que me pueda transformar en una mejor persona, una persona más paciente, humilde, comprensiva y bondadosa.
Espíritu Santo, bendito seas, tú que eres la fuente de todo mi consuelo, te ruego que puedas enriquecer mi alma con la gran abundancia de tus dones.
Tú eres mi escudo y mi esperanza en las batallas de mi vida, tú eres las advertencias y mi fortaleza contra todas las angustias que me he encontrado en mi camino.
Es por ese motivo que en esta ocasión me arrodillo ante ti, para poder pedirte de favor que me des tu mano, que me brindes de tu ayuda y que puedas interceder por mí ante nuestro Padre, para que pueda recibir su ayuda lo antes posible.
Espíritu Santo, por favor, renueva mis fuerzas y aumenta mi valor para poder continuar con esta batalla que estoy enfrentando, por favor, inclina mi oído hacia mis suplicas, pudiendo ayudarme a conceder todo lo que deseo, pidiéndote que estés día y noche a mi lado.
Te ruego que enciendas mi corazón con el amor de Dios, que puedas iluminar mi corazón, así como iluminas el corazón de todos tus fieles seguidores. Por tu Amor, Poder y Misericordia, te ruego que me puedas librar de toda la adversidad, para que nada pueda afectar mi paz y me haga sufrir.
Santísima Trinidad, me presentó ante ti con mucha confianza, con gran fe en mi corazón y en mi alma, para que así puedas aliviar todas las penas que me han ocasionado este gran sufrimiento, para que puedas ayudar a que se cierren las heridas que tengo en mi corazón, para que derrames tu gran misericordia sobre mí, pues necesito de tu ayuda con gran urgencia:
(Decir lo que necesitas con urgencia y pide la ayude de la Santísima Trinidad)
Dios Padre, te doy las gracias por escuchar estos ruegos, por tu infinito amor y por toda la seguridad que tu amor me ha dado en todos los días de mi vida, que siempre me da cobijo y me protege.
Te ruego que me puedas ayudar, Santísima Trinidad, te ruego por tu intercesión, Santísima Virgen María, Madre de Dios Hijo.
Amén.
Esta es la oración a la Santísima Trinidad para el amor, ya que se trata de uno de los sentimientos que suelen ser uno de los combustibles más fuertes para poder levantar nuestras oraciones, siendo lo que nos motiva a pedir por las demás personas que son importantes para nosotros.
Se cual sea el caso, siempre es muy importante escuchar a nuestro corazón y hacer las oraciones con mucha fe.
Consejos para tener resultados al rezar oraciones por el amor
Cuando se trata de asuntos del corazón, a menudo recurrimos a la oración. Ya sea que busquemos orientación en nuestras relaciones, fuerza para superar desafíos o simplemente busquemos consuelo, la oración puede ser una herramienta poderosa.
Cuando oramos con gran fe, nuestras oraciones pueden ser verdaderamente transformadoras. A continuación te ofrecemos algunos consejos sobre cómo rezar con gran fe, para que puedas dominar el arte de la oración y aprovechar su poder para cambiar tu vida a mejor.
1. Mantén una conversación con Dios.
La oración no es una calle de un solo sentido. Es una conversación entre tú y Dios. Cuando reces, tómate el tiempo necesario para escuchar lo que Dios tiene que decirte. No tengas miedo de hacer preguntas o compartir tus pensamientos y sentimientos. Dios quiere escucharte y quiere tener una relación contigo.
2. Sea específico en sus oraciones.
Cuando ores, sé específico en lo que pides. Dios no es un genio en una lámpara, y no le va a conceder todos sus deseos. Sin embargo, es más probable que responda a tus oraciones si eres específico en lo que necesitas.
3. Cree que Dios puede hacer cualquier cosa.
Si quiere que sus oraciones sean efectivas, necesita creer que Dios puede hacer cualquier cosa. Él es todopoderoso y omnisciente. Él sabe lo que usted necesita incluso antes de que se lo pida. Confía en que Él responderá a tus oraciones en su momento y a su manera.
4. Ten paciencia.
La oración no es una solución rápida. Se necesita tiempo para que Dios haga su voluntad en nuestras vidas. Sé paciente y confía en que Dios está trabajando entre bastidores, incluso cuando no podemos verlo.
5. Persevera en tus oraciones.
No te rindas. Sigue orando, incluso cuando sientas que tus oraciones no tienen respuesta. Recuerda que Dios escucha tus oraciones y sabe lo que necesitas. Él responderá a tus oraciones en Su tiempo perfecto y de Su manera perfecta.
La oración es una herramienta poderosa que puede ayudarnos en nuestro camino de fe. Cuando oramos con gran fe, nuestras oraciones pueden ser verdaderamente transformadoras. Utilice estos consejos para orar con gran fe, y vea cómo Dios puede utilizar sus oraciones para cambiar su vida para mejor.
Ten piedad de mi Santísima Trinidad, ayúdame a calamar mi dolor.