Al entrar en el tiempo de Navidad, dirijamos nuestro corazón y nuestra mente a nuestra querida Santa Marta, guía poderosa y sabia que está dispuesta a protegernos de nuestros enemigos.
Durante siglos, la gente ha acudido a Santa Marta en busca de protección contra las fuerzas del mal y los enemigos. Su versículo bíblico: «He puesto al Señor siempre delante de mí; porque está a mi derecha, no seré conmovido» (Salmo 16:8) es un testimonio de su poder y de su firme presencia.
Oremos a Santa Marta con el corazón y la mente, pidiéndole protección y guía en nuestras vidas. Que nuestros enemigos sean dispersados y alejados de nosotros para no volver jamás.
Oraciones a Santa Marta para alejar los enemigos
Esta oración a Santa Marta es para poder dominar, alejar y controlar a los enemigos, a aquellas personas que nos deseen el mal.
Será necesario repetir la oración durante 9 días y siempre a la misma hora. También tendrán que prenderse 9 velas de color verde (una al día) y rezar la oración mientras la vela está encendida.
Para que está oración tenga mejores resultados se puede hacer una ofrenda de pan dulce, café o tabaco.
Oración para alejar a los enemigos
Santa Marta dominadora,
Patrona que logró dominar a las bestias,
Patrona que pudo rescatar a un niño de una muerte inminente por culpa de una serpiente,
Dios te dio poder y te iluminó sobre la bestia,
Es por es que te imploro que me liberes del mal
Y que puedas derrotar a todos mis enemigos.Aleja todos aquellos que me quieren dañar,
Permite que la serpiente a la que derrotaste pueda dominar a mis enemigos
Para que puedan implorar perdón y arrepentirse.Asimismo Santa Marta dominadora le suplico que
Mi amor (nombre de la persona) siempre tenga su corazón y su mente apartados para mí
Que quiera complacerme en todo lo que desee
Que se encuentre a mis pies.Amén.
(Cuando se termine la oración se tendrá que rezar una Gloria y una Ave María.)
Según la leyenda, después de la muerte de Jesús, Martha abandonó Judea alrededor del año 48 d. C., y se fue a la Provenza con su hermana María (combinada con María Magdalena) y su hermano Lázaro. Se establecieron y se dice que evangelizaron el área de Provenza en el sur de Francia. Entre las leyendas asociadas con Martha está la asociada con la ciudad de Tarascon-sur-Rhône. Un monstruo mitológico, el Tarasque, que vivió en la ciudad durante el siglo I, fue supuestamente domesticado por Martha en el 48 dC.
Oración a Santa Marta para lograr protección
La Santísima Virgen María, la poderosa Santa Marta, es conocida por ser una poderosa intercesora y protectora de los fieles. Es venerada por muchas personas como la «Madre de Dios» y se cree que es la personificación de María, la madre de Jesús.
Se cree que Santa Marta puede alejar a los malos espíritus y protegernos de nuestros enemigos. Su nombre deriva de la palabra española para Santa, que es «Santa», y Marta, que significa «Señora».
La oración a Santa Marta para alejar a los enemigos es una poderosa súplica a la Santísima Virgen María para que nos proteja y defienda contra los enemigos de Dios y de la Iglesia. Esta oración se ha utilizado durante siglos y sigue siendo una poderosa fuente de protección para nosotros hoy en día.
La oración a Santa Marta para alejar a los enemigos es la siguiente:
«Oh, Santísima Virgen María, Madre de Dios, tú eres la fuente de fortaleza y protección para todos los que te honran y te sirven. Protégenos de nuestros enemigos y guárdanos de sus malvados designios. Danos el valor y la fuerza para resistir las tentaciones del mal y permanecer fieles a Dios y a su Iglesia.
Concédenos la gracia de ser fuertes en la fe y de servir fielmente a Dios en todo lo que hacemos. Ayúdanos a mantener nuestros corazones y mentes abiertos a tu guía divina y a utilizar al máximo nuestros dones y talentos.
Que siempre tengamos presente tu amorosa protección y guía en nuestras vidas y sigamos tu ejemplo en nuestras tareas diarias. Amén».
La Santísima Virgen María, Santa Marta, es un poderoso símbolo de protección y fortaleza. Ella es el ejemplo perfecto del amor y el cuidado de una madre, y su protección es un recordatorio de que Dios siempre está con nosotros, incluso cuando sentimos que estamos solos.
Si rezamos regularmente a Santa Marta para alejar a los enemigos, podemos estar seguros de que la Santísima Virgen María siempre vela por nosotros, protegiéndonos de cualquier daño que se nos presente. Ella es una poderosa intercesora y protectora, y su presencia en nuestras vidas es una gran fuente de consuelo y esperanza. Consolémonos, pues, con su protección y guía amorosas, y recordemos acudir a Ella en oración siempre que la necesitemos.