Salmo 37 | Confía en el Señor altísimo | Versión completa

El Salmo 37 es un poema que invita a confiar en Dios y a no dejarse llevar por la envidia, la ira y la ansiedad. El salmista advierte sobre la futilidad de aferrarse a las riquezas y a las expectativas mundanas, y en su lugar, destaca la importancia de confiar en Dios y seguir sus mandamientos.

En el primer párrafo, se presenta al salmista recordándonos que «no debemos preocuparnos por los malvados». En cambio, debemos mantener nuestra fe en Dios, confiando en que nos protegerá y satisfará nuestras necesidades. El salmista nos recuerda que nuestros esfuerzos por hacer lo correcto serán recompensados, a pesar de las dificultades y de la naturaleza efímera de la vida.

En el segundo párrafo, el salmista llama a los creyentes a no fijarse en las posesiones materiales o en la prosperidad temporal de los impíos. En su lugar, se nos invita a tener paciencia y a esperar pacientemente la recompensa que Dios nos brindará. El salmista nos asegura que, aunque algunos puedan alcanzar riquezas e influencia, esto no durará para siempre si no tienen un corazón puro y un compromiso con la verdad y la justicia.

En el tercer párrafo, el salmista se burla de la idea de que los malvados siempre triunfarán. Destaca la importancia de ser humilde y confiar en la voluntad de Dios, y compara a los malvados con la hierba que crece rápidamente pero se marchita y desaparece en poco tiempo. Sugiere que la verdadera prosperidad y felicidad solo se puede encontrar siguiendo los caminos de Dios.

En el cuarto párrafo, el salmista exhorta a los creyentes a evitar la ira y la violencia, llamándolos a ser pacientes y a confiar en la justicia divina. Se nos recuerda que todas las cosas nos son otorgadas por la Providencia de Dios, y que debemos permanecer fieles y confiados en su voluntad. El salmista concluye diciendo que aquellos que confían en Yahvé heredarán la tierra y disfrutarán de la paz que solo Él puede ofrecer.

En el último párrafo, el salmista nos llama a seguir los caminos de Dios, buscando la justicia y la humildad. Nos recuerda que no debemos dejarnos llevar por la envidia ni la ansiedad, sino confiar en la protección divina y actuar con integridad y bondad. El salmo concluye con una bendición del salmista, deseando la paz y la bendición de Dios a todos aquellos que siguen su camino.

Letra completa del Salmo 37



1 No te impacientes a causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

2 Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.

3 Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.

4 Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.

5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.

6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.

7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.

8 Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.

9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.

10 Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.

11 Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.

12 Maquina el impío contra el justo,
Y cruje contra él sus dientes.

13 Pero el Señor se ríe de él;
Porque ve que su día viene.

14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al necesitado,
Para matar a los de recto proceder.

15 Mas su espada entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.

16 Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos impíos.

17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Pero sostendrá a los justos Jehová.

18 Conoce Jehová los días de los perfectos,
Y la heredad de ellos será para siempre.

19 No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados.

20 Mas los impíos perecerán,
Los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Se consumirán; se desvanecerán como el humo.

21 El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.

22 Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán destruidos.

23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.

24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.

25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.

26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su descendencia es para bendición.

27 Apártate del mal, y haz el bien,
Y vivirás para siempre.

28 Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados;
Mas la descendencia de los impíos será destruida.

29 Los justos heredarán la tierra,
Y vivirán para siempre sobre ella.

30 La boca del justo habla sabiduría,
Y su lengua habla justicia.

31 La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto, sus pies no resbalarán.

32 Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.

33 Jehová no lo dejará en sus manos,
Ni lo condenará cuando le juzgaren.

34 Espera en Jehová, y guarda su camino,
Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.

35 Vi al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde.

36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba;
Y lo busqué, y no fue hallado.

37 Observa al perfecto, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.

38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida.

39 Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.

40 Jehová los ayudará y los librará;
Los libertará de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él buscan refugio.



¿Qué enseñanzas nos deja el Salmo 37 católico?

El Salmo 37 nos enseña a confiar en Dios y a esperar en Él en momentos de dificultad. Nos recuerda que no debemos envidiar a los impíos que aparentemente prosperan, sino que debemos confiar en que Dios recompensará a los justos. El salmo nos aconseja buscar la tranquilidad en nuestro interior, no en las cosas materiales, y que debemos actuar con integridad y hacer el bien. También nos enseña a poner nuestras preocupaciones en manos de Dios y a ser pacientes, sabiendo que Él tiene un plan para nuestras vidas. En resumen, el Salmo 37 nos invita a seguir los caminos de Dios y confiar en Él, sabiendo que su justicia es perfecta.




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